El gran apagón

El 28 de abril de 2025, España experimentó un apagón eléctrico sin precedentes que afectó a más de 50 millones de personas en la península ibérica, incluyendo Portugal y partes del sur de Francia. Este evento reveló vulnerabilidades críticas en el sistema eléctrico nacional y tuvo un impacto significativo en el precio de la electricidad.

¿Qué causó el gran apagón?

Según Red Eléctrica de España (REE), en tan solo cinco segundos se perdieron 15 gigavatios de generación eléctrica, lo que representaba aproximadamente el 60% de la demanda en ese momento. Esta pérdida abrupta de generación provocó una caída total de tensión en la red, llevando al colapso del sistema eléctrico. Aunque las causas exactas aún están bajo investigación, se barajan hipótesis como fallos técnicos en la gestión de la red y desconexiones automáticas de plantas generadoras debido a desequilibrios entre oferta y demanda .

Impacto en el precio de la electricidad

El apagón tuvo un efecto inmediato en el mercado eléctrico. Antes del incidente, el precio medio de la electricidad era de 5,79 €/MWh. Sin embargo, tras el apagón, el precio se disparó hasta los 31,83 €/MWh, lo que representa un aumento del 450% . Este incremento se debió a la necesidad de recurrir a centrales de ciclo combinado, que utilizan gas natural, una fuente de energía más costosa que las renovables.

Además, los servicios de ajuste del sistema eléctrico, necesarios para estabilizar la red tras el apagón, alcanzaron niveles sin precedentes, con una media diaria de 30 €/MWh en los primeros días de mayo . Estos costes adicionales se trasladaron a los consumidores, especialmente a aquellos acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).

Consecuencias económicas y sociales

El apagón no solo afectó al suministro eléctrico, sino que también tuvo repercusiones económicas significativas. Según estimaciones, las pérdidas económicas podrían alcanzar los 1.600 millones de euros . Además, se reportaron al menos siete fallecimientos relacionados con el apagón, incluyendo casos de intoxicación por monóxido de carbono debido al uso de generadores en interiores.

Lecciones aprendidas y medidas futuras

Este evento ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de mejorar la resiliencia del sistema eléctrico español. Entre las medidas propuestas se incluyen:

  • Aumento de la capacidad de almacenamiento energético: España, a pesar de ser líder en generación solar, representa solo el 4% del almacenamiento con baterías en Europa .El País

  • Diversificación del mix energético: Reducir la dependencia de fuentes de energía intermitentes y aumentar la participación de energías síncronas como la hidráulica y la nuclear.El País

  • Mejora de la gestión y supervisión de la red eléctrica: Implementar tecnologías avanzadas para detectar y corregir desequilibrios en tiempo real.

En resumen, el gran apagón de abril de 2025 ha sido una llamada de atención sobre las vulnerabilidades del sistema eléctrico español y la necesidad de adoptar medidas estructurales para garantizar un suministro eléctrico seguro y estable.

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